Aunque con diferentes planteamientos y con una diversidad de ideas, el resultado del trabajo en equipos integró las siguientes dimensiones:
1. Elaboración del diagnóstico del grupo: Existe la necesidad de que tanto maestros como alumnos obtengan un referente de los saberes y/o acercamientos que los estudiantes poseen de los temas de la nueva asignatura, esto facilita que el desarrollo del curso esté articulado y con bases suficientes para poner de manifiesto que no se parte de la nada y que los primeros cimientos cognitivos deben ser parte de las expectativas que los estudiantes esperan adquirir mientras dure el curso y sobretodo pone de relieve el interés en la asignatura y en la carrera.
2. Planeación previa de las actividades diarias. La planeación en su conjunto encierra todos los elementos previsores para ejecutar la tarea educativa: objetivos, temas, materiales de apoyo que incluyen la bibliografía básica, secuencia de actividades (con estrategias explícitas para llevarlas a cabo), tiempos, lugares, organización de los estudiantes y roles que tanto estos como el docente desempeñarán. De acuerdo a los momentos en que se requiere, la planeación es general, es diaria, poniendo énfasis en su carácter instrumental, flexible, sistemático y oportuno.
De manera específica, el plan de clase es un instrumento indispensable del acontecer cotidiano dentro del aula y contiene los elementos sustanciales del proceso enseñanza aprendizaje, pero en cualquiera de sus tipos, estos son sustanciales en su estructura.
3. Intervención oportuna y pertinente. Considerando que la comunicación debe contener consignas claras; en este proceso los sujetos escuchan opiniones, aclaran sus dudas, maestro y alumnos armonizan el pensamiento y establecen acuerdos de comprensión mutua.
4. Uso y manejo de materiales de apoyo durante la clase. Las estrategias pedagógicas y que contribuyen al buen logro de las intenciones del curso, tienen que ver con la cultura y aprecio que cada docente se ha forjado de su labor docente, recordemos que la tecnología educativa engloba los instrumentos ancestrales como el gis, el pizarrón, las láminas, en fin hasta llegar a emplear auxiliares modernos y tecnológicos como el proyector de imágenes conectado a la computadora.
5. Manejo y domino del programa del curso. Cada docente tiene que ser diestro al conducir su cátedra con el temple y seguridad que le brinda su experiencia tanto personal como profesional y en el caso que trastabillara ante sus alumnos, debe reconocer sus titubeos, pero no dejarse abatir, sino ir en busca del conocimiento que siempre espera, esto deberá hacerlo por ética y profesionalismo, es decir siempre a la vanguardia de la cultura más actual.
6. Retroalimentación a los estudiantes. Esta actitud contiene intrínsecamente un alto grado de motivación, tanto para el maestro interesado en el desarrollo de sus alumnos, como para el estudiante que se fortalece y reorienta sus actitudes al calor de las pequeñas dosis estimulantes que le envía su mentor; el papel del profesor es alentador porque reconoce que sus alumnos están predispuestos al aprendizaje y que él posee las capacidades para impulsar la comprensión en sus alumnos.
7. Uso y manejo de los medios tecnológicos para el desarrollo de la asignatura. La nueva cultura de la tecnología muchas veces choca con la cultura y los esquemas previos de los profesores, sin embargo es ya una exigencia que hay que enfrentar, un desafío que lejos de complicarle la vida y el desempeño al docente, deberá formar parte de su profesionalización y actualización, pero con la firme y clara idea de que los medios tecnológicos nunca van a sustituir al maestro, pues únicamente son una alternativa, pero asimismo indispensables para ser competentes ante los estudiantes.
8. Vida en línea. Los tiempos reales de clase son insuficientes para el desempeño docente, la realidad indica que los estudiantes pasan demasiado tiempo ante las computadoras, los jóvenes hoy día, se involucran con facilidad en el sistema de redes, lo que puede ser aprovechado por los maestros para conectarse y enlazarse, de manera que se dé la oportunidad para conocer cómo piensan, cómo escriben, cómo conciben la teoría, que nuevas ideas generan; además los sistemas informáticos permiten trabajar en foros e interactuar con otros.
9. La Relación maestro-alumno. Crear acercamientos de respeto y confianza, para asesorar a los estudiantes, escuchar sus problemáticas para conocer las circunstancias que rodean su vida personal y familiar con el afán de comprensión y de ser empáticos, tomando como punto de partida que nadie puede entrar al espacio vital del otro, si aquel no se lo permite. Recuerde que el derecho de uno mismo, termina, donde empieza el derecho del otro. Los vínculos que se crean entre el maestro y sus alumnos no deben estar exentos del tacto pedagógico para orientar sus intervenciones.
Felicitaciones a todos los compañeros que se organizaron de la manera siguiente:
Equipo 1. Isabel Cacho, Raúl Vásquez, Paula Perera.
Equipo 2. William González, Amedée Collí, Davil Valencia, Ariadne Ancona, Luis Quintal.
Equipo 3. Carolina Aguilar, Dulce Sabido, Rosa Morales, Virginia Ríos.
Equipo 4. Rita Dzib, Martha Cámara, Gonzalo Herrera, José Balam.
Equipo 5. Fausto Esquivel, Pedro Velázquez, Víctor Cabrera, Samuel Kú.
Por: Paula Perera
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